Calidad Pascual consigue residuo cero en su fábrica de Bezoya en Tres Casas (Segovia), cumpliendo así uno de los objetivo de su Plan de Gestión del Impacto Ambiental, que pretende mejorar los impactos que su actividad genera en el entorno. Este año, 2017, Pascual también consiguió vertido cero en su planta de Gurb en Barcelona, por lo que está en línea correcta para lograr el objetivo 2020.
El alcance de este Plan de Impacto Ambiental cubre todas las etapas de la cadena de valor: desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento al final de la vida útil de los productos comercializados. Asimismo, el plan gira en torno a estos ejes: aprovisionamiento sostenible, producción eficiente, ecodiseño en los envases, movilidad sostenible, huella ambiental e implicación y visibilidad.
En palabras de David Casañ, director de Operaciones de Calidad Pascual, “trabajamos para mejorar la eficiencia en todos nuestros procesos, fundamentalmente el uso de los recursos, lo que nos ha permitido en los últimos años reducir nuestro consumo de agua y energía eléctrica, así como eliminar los residuos enviados a vertedero”.
La regla de las 3Rs: reducción, reutilización y reciclaje
El residuo o vertido cero es una estrategia de protección activa del medioambiente que consiste en garantizar que todo residuo generado sea aprovechado, es decir, que ningún residuo generado en la fábrica de Tres Casas acabe en un vertedero.
Para llegar conseguirlo, se debe aplicar, de forma sostenida en el tiempo, la regla de R+R+R: reducción de la cantidad de residuo que se genera mediante la mejora continua de los procesos de producción (menor consumo y reducción de la merma) y la optimización de los envases (envases de mayor tamaño); reutilización, trabajar para que todo residuo susceptible de tener un nuevo uso pueda ser recuperado por el proveedor y que este pueda utilizarlo otra vez y en la misma función; y reciclaje, hacer una correcta separación de los residuos para que el gestor de residuos pueda obtener nueva materia prima a partir de ellos (cartón, plástico, aluminio, etc.) como compostaje de la materia orgánica para la obtención de abonos para la agricultura. La pequeña fracción no separable la destinan a combustible para la obtención de energía.
Tal y como ha explicado Casañ, “hoy damos un paso más en sostenibilidad con la consecución del residuo cero a vertedero en nuestra planta de Tres Casas, por lo que estamos en buena línea para conseguir nuestro objetivo de cara a 2020. Este año, además, hemos conseguido residuo cero en Gurb y seguimos trabajando para aplicarlo al resto de plantas de la compañía”.
Calidad Pascual amplía su compromiso con la sostenibilidad para minimizar la huella ambiental de la compañía, centrando sus esfuerzos en aumentar la eficiencia en la utilización de recursos naturales.