¿Te apetece hacer un hueco a la fantasía en el desayuno? Aquí tienes una idea sencilla y sin demasiadas complicaciones que encantará a los peques de la casa: unas fantásticas tostadas unicornio o unicorn toast.
Los que tenéis niños estaréis de acuerdo que las mañanas pueden ser algo estresantes, todo son prisas y a menudo convertimos el desayuno en una obligación más, algo que no favorece que nuestros hijos disfruten del desayuno y consigan adquirir el hábito de desayunar. También es frecuente percibir este momento del día como algo aburrido por lo rutinario y monótono que es. Pues bien, con estas tostadas que tendrás listas en 10 minutos alegrarás la mañana a toda la familia.
Consejos para crear un desayuno de fantasía
Se puede construir un desayuno apetecible y atractivo con ayuda de estos dos trucos:
1- Añade color a tus desayunos
Cuantos más colores haya en el plato, más apetitoso será. ¿Y qué alimento nos puede aportar una interminable gama de colores? Está claro, las frutas. Se pueden utilizar como colorantes naturales, como verás en esta receta, o como toppings, especialmente las pequeñitas tipo arándanos, granada u otras frutas del bosque. También se pueden cortar otras más grandes para jugar con más colores: el verde del kiwi, el naranja del melocotón, el rojo de las fresas, etc.
2- Dale formas divertidas
No podemos negarlo, un desayuno sencillo o incluso soso puede despertar el interés de cualquier niño si lo presentamos con alguna forma creativa. Con un simple molde podemos tener en cuestión de segundos un bocadillo en forma de estrella o animalito. Puedes utilizar los moldes para hacer galletas para cortar el pan o la fruta o utilizar moldes especiales para tortitas con la cara de personajes como Mikey Mouse. Aunque puedes conseguir presentaciones originales sin ayuda de moldes, como ya te explicamos en esta receta.
Elaboración de las tostadas unicornio
Lo primero será teñir el queso crema con los colorantes naturales: utilizaremos las moras para obtener color lila y la frambuesa para el color rosa.
Si te animas con más colores, puedes utilizar jugo de remolacha para un rosa brillante, cúrcuma para un amarillo anaranjado, clorofila para verde o espirulina para azul. El truco es añadir muy poquita cantidad para no perder textura y que no te queden sabores fuertes.
En un bol, incorpora el queso crema y una mora, la puedes utilizar fresca o liofilizada. Machaca bien la mora para que suelte el jugo y mezcla con un tenedor hasta que se incorpore bien al queso. Si pones demasiadas moras el jugo hará perder consistencia al queso. Si quieres tonos más subidos utiliza fruta liofilizada. Reserva esta primera mezcla y en otro bol añade el queso crema y una o dos frambuesas, machaca la frambuesa y mezcla con el queso crema. Ahora extiende un poco de cada crema en la tostada. Puedes hacer líneas alternando los colores o experimentar otras opciones y formas.
Y tan solo te falta el toque final. En este caso os propongo unas estrellitas de aguacate utilizando pequeños moldes que se utilizan en los cupcakes. También puedes decorar con los frutos del bosque que has utilizado o añadir unas semillas.
¿Sabías qué…?
Se han hecho muchos estudios para evaluar la influencia de los colores en la aceptación de la comida y algunos sugieren que el color favorito entre los niños de uno a diez años de edad es el rojo. Así que añadir tonos rojos a la comida (fresas, tomate, granada, etc) puede hacer que la comida les resulte más apetecible.