Ahora que ya hace unas semanas que hemos pasado el bajón de la vuelta al trabajo y estamos de lleno en nuestras rutinas es el momento perfecto para recuperar los buenos hábitos y empezar la mañana con un buen desayuno saludable y bajo en calorías.
¿Cómo convertir tus desayunos bajos en calorías en desayunos deliciosos?
Es cierto que los desayunos bajos en calorías suelen ser más insípidos y eso se debe básicamente a dos factores. Por un lado, la grasa tiene la propiedad de vehicular los aromas y al reducirla para controlar la energía que ingerimos, parte de estos aromas se pierden. Y por otro lado, al eliminar los azúcares añadidos para bajar las calorías también disminuye el dulzor. Así que sí, es normal que tu desayuno haya perdido cierta gracia. Pero teniendo en cuenta estos factores, veamos cómo podemos potenciar su palatabilidad.
1. La fruta, tu mejor aliada
La fruta tiene unas cualidades gastronómicas ideales y puedes encontrar sabores y texturas diferentes, algunas son jugosas, otras tienen un sabor más ácido, también las hay cremosas o refrescantes, e incluso existen frutas crujientes. No tienes porque aburrirte porque puedes variar a lo largo del año aprovechando las que son de temporada. Con sus azúcares naturalmente presentes puede dar ese dulzor que buscas. Por ejemplo, puedes incorporar plátano o dátiles en tus recetas de repostería como sustituto del azúcar blanco, o preparar compotas caseras de manzana o frambuesa.
2. Ten especias dulces siempre a mano.
Juega con las especias para potenciar sabores como la canela, vainilla, anís, incluso jengibre. Cada una tiene su matiz y aportan aromas muy apetitosos.
3. Utiliza alternativas saludables.
Puedes sustituir la nata por yogur, que también es cremoso y aporta sabor lácteo pero con menos grasa. En el caso del cacao, utiliza cacao puro en lugar del clásico en polvo azucarado, o cambiar el chocolate con leche por el de más de 70%.
4. No te olvides de los desayunos salados.
Un desayuno sabroso también puede ser salado: utiliza vegetales o proteínas como el huevo, salmón o hummus para variar y lograr un desayuno apetecible.
Ejemplos de desayunos
1. Pan de plátano: Una receta sencilla para los días que te apetezca dulce. Recuerda que lo puedes congelar en porciones individuales.
2. Tostada con jamón curado e higos: Un desayuno de intenso sabor.
3. Pudin de chía con puré de frambuesa: Tiene una textura sorprendente y un toque refrescante.
4. Pancakes con yogur y fruta: Estas tortitas son sencillas de preparar y saciarán los paladares más exigentes.