¿Has oído hablar de la mazada? Quizás la conozcas por su nombre en inglés, buttermilk, muy popular en Bélgica, Alemania y Dinamarca. Es una bebida láctea poco conocida en nuestro país, pero de gran interés por su valor nutricional.
La mazada, también conocida como suero de mantequilla, es una bebida láctea de color blanco y textura algo cremosa. Se trata de un derivado lácteo que se obtiene durante el proceso de elaboración de la mantequilla. Es un producto muy rico nutricionalmente.
¿Cómo se obtiene la mazada?
Para comprender mejor qué es la mazada, te contamos cuál es el proceso de elaboración de la mantequilla porque esta y la mazada se consiguen al mismo tiempo. Cada vez que se elabora mantequilla, se obtiene también mazada.
Para la fabricación de mantequilla se utiliza nata que proviene del proceso de desnatado de la leche entera. Entonces comienza el mazado, el proceso de batir la nata para separar la parte acuosa de la parte grasa. Con la parte grasa se elaborará la mantequilla y la parte acuosa será la mazada.
Este es un proceso de elaboración tradicional pero que ha llegado hasta nuestros días. Su historia se remonta al año 3.500 a.C. en pueblos ganaderos en determinadas culturas mongolas, celtas y vikingas. Ya en nuestro país, la tradición proviene de la cultura vaqueira de los núcleos rurales asturianos, donde observaron que la producción de mantequilla les daba como resultado un producto menos perecedero que la leche y muy aprovechable.
Aunque la mazada venga del proceso de elaboración de la mantequilla, se parece más nutricionalmente a la leche desnatada por hacerse a partir de la parte acuosa.
Un producto lácteo cargado de valores nutricionales
La mazada es un producto 100% natural ya que su único ingrediente es la leche de la que proviene. Es una fuente de proteínas de alto valor biológico y al igual que la leche desnatada, es rica en calcio y baja en grasa. Hablamos de un producto lácteo ideal para toda la familia por sus valores nutricionales, pero también por su textura suave y sabor.
Además, es muy fácil de introducir en la dieta. ¿Cómo? Pues teniendo en cuenta que es una bebida láctea, puedes tomarla al desayuno igual que tomas un vaso de leche. Sola, con café, con té, en un bol de cereales… También es muy válida a la hora de dar textura y nutrientes a las cremas de verduras o a los batidos de frutas. Otra opción es utilizarla en salsas. En general, igual que podrías utilizar la leche desnatada, la mazada sirve para muchísimas recetas y la puedes tomar de mil maneras.
¿Te animas a introducir una nueva forma de disfrutar de los lácteos?