Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo. ¿Te suena la frase? Si eres un ‘desayuno lover’, seguro que la tienes muy en cuenta y no te cuesta nada aplicarla en tu día a día. Y lo más divertido es que en España, según en dónde te encuentres, puedes disfrutar de desayunos tan variados como quieras. Desde el bollo preñao asturiano, pasando por los imperdonables embutidos extremeños hasta manjares tan típicos como los bollos de mantequilla en el País Vasco o el delicioso pan con tomate en Cataluña.
El desayuno es la primera comida del día, la que debería ser tranquila, consciente y variada. Es el comienzo de algo nuevo y todos queremos empezar con el pie derecho, ¿verdad? En casa podemos caer en las prisas y tomarnos un café con una tostada o unos cereales y salir corriendo al trabajo. Pero, cuando estamos fuera de casa, ya sea para darnos el capricho de desayunar por ahí o porque estamos de viaje, la cosa cambia mucho. En ese caso el desayuno se convierte en el momento favorito para muchos. ¿Nos dejas que te acompañemos?
Primeras paradas
Empezamos nuestra ruta del desayuno en Avilés, donde llegamos al K Fe de Jose. Un lugar donde los más golosos podrán ponerse las botas con unas tortitas, gofres, smothies de frutas, batidos con helados, etc. Un local muy céntrico, cargado de tradición hostelera en Avilés. Seguimos la ruta por el norte y en San Sebastián podemos parar a tomar un café con pincho, o lo que es lo mismo, un amaiketako. Y nuestro local elegido sería sin duda el Etxe Nagusi, un restaurante con terraza en el que puedes tomarte un café, un pintxo y lo que quieras, porque tienen una carta muy espléndida y deliciosa.
Seguimos hacia el este y encontramos Granja Elena, en plena zona franca de Barcelona, donde cuentan con una carta solo de desayunos, dulces y salados. ¡Pero ojo! ve con tiempo, porque no admiten reservas para los desayunos. Productos de temporada y hay quien dice que hacen la mejor tortilla de setas y bacalao del mundo, ¿te animas a comprobarlo? Seguimos por Cataluña y llegamos a Blanes, donde destacamos Decler. ¿Eres de los que les gusta hacer un brunch? Pues no lo dudes, aquí encontraras tu sitio ideal con pinchos de todo tipo, zumos y cafés, entre otras cosas.
Levante no se queda atrás
En España tenemos la suerte de contar con una buena gastronomía, estés donde estés. No podríamos elegir una única zona como destacable. Si bien el norte tiene mucha fama, levante es una zona en la que se pueden tomar buenísimos platos también. Y esto incluye el desayuno, cómo no. Por ejemplo, en Valencia, tenemos el Martinot. Un restaurante en plena huerta valenciana con una enorme gastronomía casera y de calidad. Pan con tomate, carnes, arroces… platos riquísimos que entran bien a cualquier hora del día.
Si damos un salto hasta Mallorca, llegamos a Forn S´Estacio. Un lugar donde hay repostería artesanal para llevar o tomar allí mismo. Es casi imposible pasar por delante de su puerta y no entrar a tomar algo. Los desayunos dulces son una religión en este local.
De norte a sur y de este a oeste
Como decimos, no podemos quedarnos con una única zona en todo el país para destacar sus bares o cafeterías y su gastronomía. Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más. No podemos dejar sin nombrar La Celestina en Guadalajara, con sus tostadas ecológicas, tartas y preciosas terrazas para empezar bien el día. Comer con los ojos se hace realidad en este acogedor lugar.
En Granada, el Dancing Coffee Shop, donde te sorprenderán con sus cafés, tostas, batidos o, por qué no, una hamburguesa. Mucho producto local cocinado con las mejores manos. Y por último, en Vejer de la Frontera, nos encontramos la Venta Pinto, un local que aúna lo mejor de la gastronomía de la costa atlántica y lo mejor de sierra de Cádiz. Y si te quedas con ganas de más, puedes comprar productos típicos de la zona en el colmado que hay junto a la Venta.
En definitiva, seas de sabores más dulces como los fartons valencianos, la ensaimada mallorquina o los fardelejos riojanos o de salados como el mollete con aceite andaluz, los quesos gallegos o la tortilla española (universal, en este caso), coge fuerza por la mañana con un buen desayuno y… ¡A comerse el día!