Con la llegada del buen tiempo a todos nos gusta salir a comer fuera, una terracita, un aperitivo, algo fresquito y charlar con los amigos. Si pensar que este hábito tan nuestro puede perjudicar tu salud, te hace no poder estar al 100%, hoy te vamos a contar cómo puedes mantener una alimentación saludable y disfrutar de las comidas fuera de casa ¡Toma nota!
Cómo afecta una comida fuera de casa en mi salud
Antes de empezar, recuerda que cuando hablamos de hábitos, hablamos del global de tu alimentación, aquellas decisiones que tomas todos los días. Si el global de tu alimentación está lleno de elecciones saludables, es completo y variado, pongamos en un 80-90%, comer un día fuera de casa, elijas lo que elijas, no va a estropear tu salud. Nuestro organismo es capaz de eliminar o contrarrestar los efectos de aquellos alimentos de menor calidad nutricional si los ingerimos de forma esporádica. Así que, si tu salidas al bar o restaurante son muy poco frecuentes, disfruta de lo que te apetezca y rompe con la rutina. La única recomendación que te daríamos es come con moderación para no tener una mala digestión y no abuses del alcohol, ingrediente del que no hay una dosis segura.
Si tus comidas fuera de casa van aumentando y semanalmente representan un porcentaje mayor, te aconsejamos que te fijes un poco más en tus elecciones para no desequilibrar tu alimentación. Cuando comemos fuera de casa, generalmente acabamos ingiriendo más calorías de las necesarias y a menudo a costa de grasas saturadas, azúcares y alcohol. Estos ingredientes además de favoreces un aumento de peso, pueden ser perjudiciales para la salud cardiovascular, si los tomamos en exceso y con frecuencia. Por otro lado, las cocciones de los restaurantes, si son muy elaboradas, también son fuertes para nuestro sistema digestivo que puede resentirse si este tipo de preparaciones las vamos incluyendo demasiado.
¿Cómo disfrutar de una comida fuera de casa y mantener mi salud?
Te contamos las elecciones que te ayudarán a mantener una alimentación saludable incluso fuera de casa.
En la cafetería:
Un desayuno en un restaurante puede ser un momento de relax antes de empezar la rutina. Disfrútalo con un buen café con tu leche o tu bebida vegetal favorita y compleméntalo con un bocadillito.
Pregunta si tienen pan integral y lo acompañas de jamón cocido, pavo, queso fresco… y si tienen otras opciones como aguacate o tortilla también son adecuadas y muy saciantes.
De terraceo:
Para beber tienes muchas opciones: una simple agua con gas con hielo y limón, infusiones frías o aguas infusionadas con frutas, limonada casera, café con hielo o un zumo de tomate ¡con un toque picante! Puntualmente puedes incluir una cerveza sin alcohol o un refresco sin azúcar.
Como apetitivo tienes los alimentos que nos regala el mar: berberechos, mejillones, boquerones en vinagre, un pulpo a la gallega… Encurtidos como pepinillos, cebolletas o aceitunas… O incluso un guacamole o un humus son opciones saludables.
De restaurante:
De primer plato da prioridad a las ensaladas o verduras asadas. Ahora en verano las sopas frías como el gazpacho son una elección ideal y apetecible.
Si te apetece algo de pasta o arroz, tómalo como un segundo plato.
De los segundos platos tradicionales, elige el que tenga una cocción más sencilla: horno, plancha, brasa, o los carpachos. Aprovecha para tomar pescado que tiene menos grasas y generalmente en los restaurantes los preparan muy bien.Atención a las guarniciones, es preferible una ensalada que unas patatas fritas.
De postre, el yogur o la fruta son tus mejores aliados. Si no, también puedes acabar con una infusión.
La bebida también es clave. Pide siempre agua, y si te apetece un poco de vino, procura que sea solo una copa. Para saciar la sed bebes agua, y el vino lo vas degustando para maridar.
En la heladería:
Por lo general, los helados están hechos con azúcar y nata. Si los eliges del tipo sorbete, tendrán azúcar pero no nata. Lo ideal es tomarlos de forma puntual y si te gustan mucho, puedes disfrutarlos en casa preparando tus propios helados con leche o yogur y fruta fresca.
¿Verdad que hay un montón de opciones para disfrutar de una buena alimentación fuera de casa? Y recuerda que disfrutar de los amigos y la familia también es un regalo, vivir en plenitud ese momento también forma parte de una alimentación saludable.