Calidad Pascual, referente en el sector de la alimentación en España, ha celebrado sus bodas de oro en Andalucía junto a las personas cuya labor ha sido fundamental para el devenir de dicha empresa familiar y su crecimiento en el territorio andaluz. En el último año, Pascual ha registrado una facturación de 83,8 millones de euros en Andalucía, comunidad autónoma en la que posee una destacada presencia con 6 delegaciones comerciales, situadas en Sevilla (inaugurada en 1982), Málaga (1985), Almería (1989), Cádiz (1989), Granada (1992) y Córdoba (2000), siendo además la región con mayor número de centros, lo que permite que sus productos alcancen más de 1,5 millones de hogares andaluces.
En total, Calidad Pascual emplea en Andalucía a 150 personas de forma directa, cubriendo directamente más de 10.000 puntos de venta, con una plantilla de 110 personas orientada hacia la atención y el desarrollo de la red comercial de las delegaciones en todos sus niveles. En la actualidad, Andalucía es una de las áreas más dinámicas de la compañía, con marcas como Bifrutas, con una gran penetración de mercado, Mocay o Bezoya, que están suponiendo un gran impulso en la región.
La Gerencia Sur es uno de los grandes pilares de Calidad Pascual en Andalucía, alcanzando una cifra de facturación de 73,3 millones de euros en el último año, resultado de “la búsqueda de un contacto cercano con el hostelero, el deseo de ofrecer un servicio de calidad excelente, con grandes profesionales trabajando por dar lo mejor y hacernos grandes”, tal y como ha apuntado el presidente de Calidad Pascual, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, durante la jornada de celebración del 50ª aniversario organizada hoy por la compañía en Málaga.
Pascual también cuenta con una línea de desarrollo inmobiliario gestionado a través de La Quinta Grupo Inmobiliario para la promoción de residencias unifamiliares y apartamentos en la Costa del Sol. En el último año, facturó 10,5 millones de euros y registró cerca del medio centenar de empleados. Actualmente cuenta con el proyecto El Real de la Quinta, un desarrollo de turismo residencial que contara con aproximadamente 1.600 viviendas de lujo en el mejor enclave de Marbella-Benahavís (Málaga). Este proyecto, que ocupa 202 hectáreas en la última zona de nueva construcción que queda en el centro de la Costa del Sol, será la primera urbanización española con certificado de construcción sostenible BREEAM® y destinada a convertirse en el principal foco de atracción residencial internacional del Mediterráneo a corto y medio plazo.
Al acto, celebrado en Hotel Barceló de Málaga, han acudido alrededor de 300 personas, entre empleados pertenecientes a las diferentes delegaciones comerciales con las que Calidad Pascual cuenta en esta Comunidad, además de empleados jubilados, clientes, miembros de las tres generaciones de la familia Pascual y otras personalidades relevantes para la compañía. A través de un viaje realizado por la Primera Agencia de Viajes en el Tiempo, ‘Viaje Vital’, los asistentes han podido conocer los inicios de la compañía, su etapa de crecimiento y los desafíos que le depara el futuro, a través de vídeos, intervenciones de la familia y testimonios de empleados.
El pasado: revolución de la industria alimentaria española
El viaje ha empezado recordando los inicios de Tomás Pascual y cómo consiguió marcar un hito en la historia de la industria alimentaria española al crear la primera línea de producción de leche UHT, uperisada o de larga duración, envasada en tetrabrik. Hablando sobre la relevancia de Andalucía en la empresa que fundó su padre en 1969, Sonia y Pilar Pascual han destacado que “este fue el primer gran hito histórico de la compañía, lo que dinamitó el comienzo de la expansión del negocio. A principios de los ochenta se funda la delegación de Sevilla y a partir de ahí, fuimos creciendo y expandiéndonos comercialmente”.
También de los inicios han hablado Carmelo García, Ignacio del Val, Julio Escribano y Pepe Rama, cuatro de los empleados que fueron determinantes en los inicios de la expansión del negocio de Pascual por el sur de España. En aquella época “no existía una red de distribución consolidada, por lo que teníamos que visitar constantemente a los posibles clientes, esforzándonos por transmitir los valores de Don Tomás” ha recordado uno de ellos.
El presente: seguir mejorando la calidad de vida de las personas
Calidad Pascual exporta hoy a casi 70 países, cuenta con una gama de más de 200 productos, 6 plantas, 27 delegaciones comerciales y más de 2.200 empleados. En este medio siglo de innovación y compromiso saludable, Calidad Pascual ha sabido adaptarse a un mundo en permanente transformación a la vez que ha mantenido su filosofía: mejorar la calidad de vida de las personas.
En esta parada, el CEO-Director General Ejecutivo de Calidad Pascual, José Luis Saiz, ha querido recalcar el trabajo incansable de todas las personas que forman el equipo de la compañía en Andalucía. “Con la crisis pasamos momentos difíciles, pero nunca dejamos de creer: ni en la empresa, ni en vosotros”, ha apuntado Saiz, destacando el valor de “la resiliencia, esa capacidad de adaptarse positivamente a situaciones adversas”. También ha recordado la importancia de mantener la mirada puesta en el futuro, puesto que “el trabajo duro acaba dando sus frutos, y hoy podemos decir con orgullo que Pascual está creciendo en Andalucía”, agradeciendo de esta manera el trabajo y la profesionalidad de los empleados.
El futuro: una tercera generación con los valores claros
En la última parada del viaje han cobrado protagonismo los miembros de la tercera generación de la familia Pascual. La empresa siempre ha sostenido que la clave del éxito del negocio ha sido mantener la familia unida y vinculada al proyecto, siempre de forma dinámica y constructiva. Conscientes de ello, los nietos de Don Tomás Pascual Sanz, Mar Pascual Recuero y Tomás Pascual Recuero han destacado que “la misión de la tercera generación será mantener la empresa viva y hacerla crecer, como hicieron nuestros padres y como queremos que hagan nuestros hijos”.
Tomás Pascual, presidente de la compañía, ha cerrado el acto reconociendo la labor de su padre Tomás Pascual Sanz y de su madre Pilar Gómez-Cuétara, actual presidenta de la Corporación Empresarial Pascual, que “con su esfuerzo y energía incontenible dieron vida a un sueño que se fue formando en su cabeza a lo largo de los años”. Además, ha querido dedicar unas palabras de agradecimiento a otra pieza fundamental del éxito de la compañía, su equipo: “vosotros sois nuestro sexto valor, nuestro corazón y el orgullo de Calidad Pascual”.
Con este gran acontecimiento, y rodeada de los suyos, Calidad Pascual ha rendido homenaje en Andalucía a todas aquellas personas que, con su trabajo diario, han ayudado a construir durante 50 años la empresa que es hoy día.